jueves, 4 de septiembre de 2014

Tipos de prostitución en Bogotá Colombia

Agencias prepago:

Hermosas damas de compañía, generalmente universitarias y chicas una clase media-alta que en sus ratos libres se ayudan con un dinero extra;  manejan su publicidad por medio de páginas web en las cuales los interesados pueden observar un book de cada chica, estas mujeres generalmente muy hermosas, atienden en hoteles o a domicilio las 24 horas, según las políticas de la agencia prepago, sus precios oscilan entre 200.000 y  400.000 pesos la hora.

Spas para caballeros:

Generalmente son damas prepago de un nivel económico medio, algunas universitarias, con buena educación y excelentes modales, los horarios de este tipo de spa para caballeros son diurnos y según las políticas de cada empresa solamente algunos trabajan a domicilio, ya que en su general las masajistas son niñas de un perfil muy discreto y conservador,  sus precios van desde 40.000 a 60.000 pesos un masaje erótico con final feliz, hasta 150.000 a 220.000 un servicio completo durante un hora, dependiendo del lugar.

Reservados: 

En Bogotá, Colombia hay una gran cantidad de reservados. Casas que pasarían desapercibidas para muchos de nosotros, por las cuales seguramente hemos pasado en muchas ocasiones sin ni siquiera imaginarnos que  escondan al otro lado de sus muros.  Mujeres para todos los gustos y presupuestos   dispuestas a cumplir todas tus fantasías, ofrecen sus servicios sexuales a todo aquel que esté dispuesto a pagar por ellos.

Clubes nocturnos: Están ubicados en diferentes partes de la ciudad desde los más finos y sofisticados, hasta lugares ordinarios y de bajo nivel para todo tipo de presupuestos, en el interior de este tipo de establecimientos generalmente se realizan shows de strippers, lesbian, table dance, pool dance,  cada cierta cantidad de tiempo, en su mayoría permiten la salida de las chicas a domicilio u hotel con el pago adicional del mismo.

domingo, 13 de julio de 2014

Administrando una sala de masajes eróticos

Natalia era la administradora de aquella sala de masajes, ella era una joven de hermosos ojos verdes que dejaban ver el vació en su interior solitario,  con tes de un intenso color moreno. Ha sus 31 anos su cuerpo demostraba 16 por su adicción a las drogas y su bulimia incontrolable. Era oriunda de otra ciudad por lo que vivía en una de las habitaciones, refugiada en su propia soledad; un genio de los mil demonios pero excesivamente voluble dependiendo si tenia o no, para ella ese valioso y adictivo polvo llamado cocaína, sus dientes dejaban ver el gran número  de años dejando gobernar su vida por aquella droga infernal. 
A diferencia de las masajistas,  ella jamas recibió dinero por sus servicios sexuales en repetidas ocasiones le hicieron jugosas propuestas a las cuales su respuesta siempre fue negativa, pero si prefería tener sexo con todo aquel chico guapo que se lo propusiera, fornican dolos con aquella pasión loca que a muchos nos proporciona la cocaína, en las escaleras después del cierre ya que en aquel spa para caballeros había un circuito cerrado de televisión muy bien llamado por sus  chicas, la casa estudio,  los únicos lugares que no tenían cámara eran las salas por obvias razones,  pero antes de llegar a la primera de ellas tenias que pasar mínimo por dos cámaras por lo cual el lugar preferido para ella eran las escaleras de la entrada. Una persona con unos sentimientos maravillosos, Pero en el interior de su alma había una persona quebrada por los golpes, esos golpes que la vida sabe darnos. Sueños e ilusiones rotas, cegados por ese inevitable desenlace del cual muchos de nosotros tememos, la muerte,  culpable en muchas ocasiones de sueños y propósitos perdidos.


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